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ARTÍCULO :: Gestión y administración de antibióticos: Programa indispensable para lograr un manejo integral de la resistencia antimicrobiana en México

Sep 27, 2016

Por Dr. Alfredo Ponce de León

La Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (IDSA, por sus siglas en inglés) ha publicado recomendaciones y guías en las que cataloga como necesario y urgente que todos los hospitales desarrollen un programa institucional de Antimicrobial Stewardship (AMS) ante la amenaza de bacterias multiresistentes (MR), que se asocian con mayores días de hospitalización, mortalidad y costos.



El Programa integral Antimicrobial Stewardship permite generar recomendaciones para los hospitales ante el incremento de infecciones por bacterias de difícil manejo.

En México, se ha retomado la guía del AMS como un programa integral que analiza cuáles son las resistencias bacterianas dentro de los hospitales, información derivada de los datos obtenidos de los laboratorios de microbiología y de los mismos hospitales.

El programa AMS busca que los médicos hagan un análisis sobre el consumo de antibióticos y el perfil de resistencia antimicrobiana existente en su hospital; al hacer estos dos tipos de análisis se puede tener una mejor toma de decisiones y una mejor opción terapéutica para sus pacientes.

AMS es un programa en curso que tiene evolución y análisis continuo, su importancia radica en elaborar un traje a la medida para cada hospital, y con ello reducir el uso de antibióticos, ya que se ha reportado que entre 30% y 50% del uso de antibióticos a nivel hospitalario es innecesario e inapropiado. El uso inadecuado de antibióticos tiene consecuencias graves como mayor estancia hospitalaria, mayor falla terapéutica, incremento sustancial en la mortalidad hospitalaria y en los costos de atención médica, además de que puede generar una selección de bacterias aún más resistentes.

El programa AMS sugiere utilizar herramientas tecnológicas para ayudar a los médicos a conocer cómo se están comportando las bacterias de su hospital, a través de un equipo automatizado que recopila la información bacteriológica derivada de los aislados clínicos obtenidos de los propios pacientes y los archiva en una base de datos.

A su vez, esta base de datos puede ser analizada mediante un software específico que permite identificar las tendencias de los perfiles de resistencia antimicrobiana específicas de cada centro hospitalario. La Organización Mundial para la Salud ha desarrollado un software gratuito (WHONET) que puede interpretar esta información.

A través del software se genera un reporte bacteriológico que da a conocer cuáles son las baterías predominantes y cómo se están comportando en cuanto a resistencia. El siguiente paso es hacer una correlación entre la resistencia bacteriana y el consumo de antibióticos. Después se elabora la guía de tratamiento específica para cada uno de los padecimientos del hospital, así el AMS ayuda a los médicos a dar mejores opciones terapéuticas y un uso adecuado de los medicamentos.

Las infecciones son la segunda causa de muerte en el mundo: 14,9 millones en el 2004, equivalente a un 29% de todas las muertes.1

Una bacteria es un organismo que está presente en la superficie de casi todas las plantas y animales. En el cuerpo humano, las bacterias se pueden encontrar en las mucosas de la cavidad oral, el tracto gastrointestinal y el tracto urogenital, así como en la piel.

Las bacterias más comunes en hospitales son:

Escherichia coli. Es una bacteria que habita en el tracto digestivo de todos nosotros, y que en condicones de riesgo puede producir infecciones en otros sitios, particularmente en la vía urinaria. Es el patógeno más frecuente que encontramos en relación con infecciones hospitalarias y representa casi la mitad de las mismas.
Klebsiella pneumoniae. Es una bacteria que habitualmente coloniza también el tracto digestivo pero puede generar infecciones del tracto respiratorio superior e inferior, y condicionar brotes de enfermedad a este nivel.
Pseudomonas aeruginosa. Es un germen ubícuo, es decir, está presente en todas partres, en el agua, medio ambiente, nuestra piel, etc. Sin embargo, se considera un patógeno oportunista puesto que suele afectar a personas inmunosuprimidas o que llevan cierto tiempo dentro del hospital o han sido sometidas a procedimientos invasivos o cirugía. Al ser un germen oportunista típico, no se puede considerar particularmente dañino, su importancia radica más bien, en que adquiere fácilmente mecanismos de resistencia antimicrobiana que lo hacen difícil de curar con antibióticos. Es más frecuente observarla en pacientes de terapia intensiva o que han sido llevados a cirugía.
Acinetobacter baumannii. Al igual que Pseudomonas aeruginosa, este patógeno se asocia con multirresistencia, algunas veces no existe ningún antimicrobiano disponible para su manejo y se puede transmitir fácilmente de un sitio a otro del hospital sobretodo a través de las manos del personal o incluso de los familiares.

Una infección bacteriana que no se atiende en un periodo adecuado y con el tratamiento correcto puede derivar en la muerte del paciente.
Cabe destacar que en Latam, México es el país con mayor número de incidencias de bacterias E. Coli productora de BLEE (Betalactamasa de Espectro Extendido), situación que se agrava cada día y que puede desencadenar en un problema de salud grave.

Se han hecho estudios de proyección en Estados Unidos, que estiman que en 2050 las muertes debidas a un mal uso de antibióticos, al incremento de la resistencia antibacteriana y las infecciones por bacterias en el mundo lleguen a ser de hasta 10 millones.

Los antibióticos trabajan inhibiendo a las bacterias de diferentes formas: destruyendo su pared celular y evitando la replicación de las mismas. Un dato importante es que los antibióticos como grupo representan el segundo lugar en ventas en México, por lo que es relevante la optimización en su elección, su dosis, la vía y la duración de la terapia con el fin de maximizar la curación clínica o, aún mejor, incidir en la prevención de la infección para limitar las consecuencias indeseables de la terapia antibiótica, como son la emergencia de resistencia, los efectos adversos y la selección de patógenos multiresistentes.2

* Investigador en Ciencias Médicas y Jefe de laboratorio de Microbiología Clínica en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

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Referencias:
1. Infectious Diseases Society of America. Bad Bugs, No Drugs: As Antibiotic Discovery Stagnates, A Public Health Crisis Brews. 2004.
2. Villegas María Virginia et al. Una aproximación práctica a la estrategia del uso racional de antibióticos a nivel hospitalario. Distribuna editorial. 2014.

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