En los adultos mayores hay cambios a nivel biológico, como en los tejidos musculares, óseos, las alteraciones metabólicas, capacidades funcionales y por los medicamentos y enfermedades que pueda enfrentar una persona de la tercera edad. Cada dieta debe ser supervisada por un médico de acuerdo a las características de salud de las personas mayores.
Las recomendaciones generales para tener una dieta sana, de acuerdo con el Gobierno de México (fuente: http://bit.ly/3kkoCGv), son las siguientes:
-Debe ser completa e incluir todos los nutrientes (verduras, frutas, carnes, huevo, queso o leche y cereales).
-También equilibrada, buscando guardar las proporciones.
-Inocua, esto significa que nuestro consumo habitual no implique un riesgo para la salud.
-Suficiente, por ello es necesario tener en consideración las actividades cotidianas, constitución física y estado de salud.
-Una dieta variada incluye los diferentes alimentos en los tres tiempos habituales de la dieta (desayuno, comida y cena).
-Asimismo, tiene que ajustarse a las preferencias culturales y economía de las personas.
-Necesario consumir suficiente agua (1,500 a 2,000 mililitros).
-No olvidar añadir: alto consumo de vegetales y frutas; consumo moderado de leguminosas, pescado, cereales integrales y aceites vegetales; y bajo consumo de cereales no integrales y carne roja.
Se recomienda de igual manera que se verifique o supervise la alimentación en los casos de los adultos mayores que viven solos, se aíslan de la familia o la familia los aleja. Así como sumar a la rutina diaria al menos 30 minutos de actividad física al día, comer con tranquilidad y, dentro de lo posible, en compañía de la familia y disfrutar de su alimentación.
FUENTE: UNAM | Redacción MD