Este padecimiento crónico degenerativo que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud es la forma más común de demencia al representar entre un 60% y un 70% de los casos, provoca temor entre los individuos, quienes consideran que lo más difícil en caso de padecerla, sería no poder reconocer a su familia o amigos (30%), depender de otros (26%) y olvidar cosas (20%). Al separar por género, para las mujeres resulta más difícil la idea de perder independencia (29%) y para el género masculino la posibilidad de desconocer a su familia (36%).
Ante la posibilidad de enfermar de alzhéimer, 83% querría ser informado por el médico, pero 12% preferiría no saberlo. 83% estima que estaría preocupado por la reacción de su familia (58% muy preocupado y 25% preocupado); 82% estaría preocupado por perder su trabajo (56% muy preocupado y 26% preocupado) y; 71% estaría preocupado por el trato que le daría la gente (41% muy preocupado y 30% preocupado).
En cuanto a los cuidados, 42% preferiría estar bajo la atención de un profesional (42%) y 39% optaría por estar bajo la supervisión de la familia. 31% conoce a alguien ajeno a su familia que tiene o ha tenido esta enfermedad y 13% afirma que en su familia hay o hubo alguien con alzhéimer. En ambas situaciones, el género femenino reporta en mayor porcentaje esta condición médica (66% versus 33%, en el primer caso y 70% versus 30% en el segundo).
En las familias que tuvieron o tienen un caso de alzhéimer, 39% comenta que pocos de sus integrantes se involucraron en los cuidados del paciente, en un rango muy cercano, 37% por ciento reporta que la mayoría de los familiares colaboraron en la atención de la persona enferma; mientras que en 15% toda la familia participó y en 7%, casi ningún miembro se involucró. Para 34% lo más complejo de tener un familiar con alzhéimer estriba en los cuidados y atención que requiere, para 25% lo más duro es que su familiar los desconozca, 19% dice que la pérdida de memoria y recuerdos y 10% considera que es difícil ver el proceso de deterioro.
Respecto a las posibles reacciones ante un diagnóstico de alzhéimer, 55% piensa que una persona al recibir dicha noticia, trataría de mantenerla en secreto mientras pueda, en tanto que 45% piensa que la persona lo comunicaría abiertamente.
Otros resultados indican que 83% afirma conocer o haber escuchado sobre la enfermedad de Alzhéimer y 13% no la conoce. 33% dice estar informado o muy informado sobre dicho padecimiento, 58% poco informado y 9% nada informado. El conocimiento que se tiene de ella proviene principalmente de los medios de comunicación (30%), de lo que cuentan los amigos o conocidos (22%), Internet (16%), por una experiencia con algún familiar o conocido (15%) y únicamente 10% se ha enterado por un especialista en salud.
La encuesta encontró que, a mayor edad, escolaridad, conocimiento e información de la enfermedad, aumenta el porcentaje de quienes consideran a esta enfermedad como algo muy serio. Como se expuso líneas arriba, 39% considera que es una enfermedad muy grave, 50% grave, 7% poco grave y 4% nada grave.
A juicio de los entrevistados, los olvidos o tener problemas con la memoria son los efectos más graves de esta enfermedad; para 11% sería la pérdida o deterioro de capacidades o funciones y para 7% la pérdida de independencia. Entre quienes consideran que no es una enfermedad grave, 17% basa su percepción en que el alzhéimer no tiene “un daño físico, solo mental”, 16% piensa que “no es mortal” o “no mueres pronto”, es decir, que las afectaciones son menoscabadas porque no ve un deterioro físico inmediato.
Al preguntar qué tanto sabían sobre los síntomas o manifestaciones de la enfermedad, 56% mencionó de manera espontánea “dificultad para recordar u olvidos”, 44% dijo “desorientación”, 39% “perderse” o “estar como perdido” y 33% “dificultad para realizar tareas cotidianas”, como principales asociaciones.
Al preguntar a qué atribuye que una persona desarrolle la enfermedad de Alzheimer, para 37% se debe al proceso de envejecimiento (edad), 26% genética y 10% lesión o golpe. Aunque de manera general, la genética está en segundo plano, al inquirir sobre ella de manera específica, encontramos que 72% concuerda con la frase “una persona con antecedentes familiares de esta enfermedad tiene mayores riesgos de tenerla”.
Redacción MD