Con el otorgamiento del Premio de Investigación en Biomedicina Dr. Rubén Lisker, que tiene como objetivo impulsar la ciencia y la investigación en el país, además de generar nuevos conocimientos que incidan de manera positiva en la población mexicana, el joven científico y su equipo de trabajo desarrollarán el proyecto titulado "El papel de mTORC1 en la inhibición de la vía de señalización de B-catenina y su efecto en la destrucción de la barrera epitelial en colon durante colitis".
Explicó que su equipo de investigación busca entender cuáles son los procesos y mecanismos que llevan al desarrollo de las enfermedades inflamatorias intestinales. “Investigamos los diversos procesos bioquímicos que llevan al desarrollo de padecimientos como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, que atacan principalmente a poblaciones de países desarrollados, pero que están aumentando en países en vías de desarrollo como el nuestro. Estas enfermedades se caracterizan porque existe una destrucción del epitelio intestinal, y hemos encontrado que esto se debe a que se forman múltiples úlceras en el intestino porque las células epiteliales dejan de proliferar".
En el laboratorio de Nava Domínguez tratan de investigar cuáles son las proteínas responsables de inhibir la proliferación de las células epiteliales, y lo que se ha encontrado es que mTORC1 juega un papel muy importante en este proceso. Este es un complejo de proteínas que normalmente actúa como sensor de nutrientes, es decir, cuando una persona ingiere alimentos este complejo censa los nutrientes y se activa. En inanición el complejo se inactiva y la célula puede empezar a obtener nutrimentos a partir de otras fuentes como son lípidos o las proteínas de la propia célula.
"Hallamos que cuando hay procesos inflamatorios este complejo de proteínas se estimula de tal manera que es equiparable a lo observado cuando hay una gran cantidad de nutrientes, lo que se llama hiperactivada y lo que está haciendo básicamente es propiciar el crecimiento y diferenciación celular al mismo tiempo que inhibe la proliferación de las células epiteliales. Nuestros resultados, por lo tanto, son los primeros en demostrar que durante procesos inflamatorios el complejo mTORC1 bloquea la proliferación de las células epiteliales intestinales".
Agregó que esto es importante para los mexicanos, porque aunque dichos padecimientos atacan principalmente a poblaciones de países desarrollados, existe evidencia científica de que la inflamación crónica ocasionada colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn es factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de colon, el cual sí es un problema de salud que va en ascenso en México.
Debido a esta situación, doctor Porfirio Nava Domínguez sugiere que la incidencia de los padecimientos inflamatorios intestinales de tipo crónico en nuestro país podría ser mayor de lo que se cree. Por ello, la investigación que se está haciendo en su laboratorio podría ayudar a entender por qué una gran cantidad de mexicanos están desarrollando cáncer de colon.
"Básicamente lo que queremos hacer en el laboratorio es demostrar que la inflamación crónica va a desencadenar cáncer porque el complejo mTORC1 no está funcionando correctamente, hipótesis que, de ser positiva, nos explicaría el mecanismo que usa este complejo de proteínas para bloquear la proliferación celular en el epitelio intestinal y de paso permitirá entender cuál es el papel que juega este sistema en el desarrollo de cáncer colorectal".
Tras demostrarse que durante procesos inflamatorios el complejo mTORC1 es muy importante en la inhibición de la proliferación celular, ahora queda dilucidar el mecanismo detrás de este proceso para en un futuro enfocar el trabajo en entender como mTORC1 contribuye al desarrollo de cáncer, precisó el investigador.
Es por ello la importancia de este premio, ya que los recursos del Premio Rubén Lisker permitirán alcanzar parte de las metas de la investigación. “De manera realista consideramos que en uno o dos años podremos terminar la parte experimental que ayudará a encontrar el mecanismo usado por mTORC1 para bloquear la proliferación celular en el epitelio intestinal”. Sin embargo, todo este trabajo, aclaró, se va a realizar en modelos de inflamación tanto in vitro, como in vivo (modelos animales,) porque “desafortunadamente no tenemos acceso a tejidos de pacientes con colitis y cáncer de colon, lo que sería importante para demostrar que lo que estamos proponiendo ocurre también en humanos”.
Indicó que sus tres alumnos de doctorado, uno de maestría, así como todo su equipo de trabajo recibieron con felicidad la noticia del premio y agradeció que la industria privada decida apoyar a la ciencia en México.
"Este premio es una forma importante de interacción entre el sector salud y la industria privada, algo que debería hacerse de forma más constante. En México hay talentos y se podrían generar buenas ideas, pero el financiamiento es muy pobre, y creo que el sector empresarial podría apoyarnos aún más. Los conceptos y las ideas están, pero en verdad cuesta mucho trabajo conseguir recursos para desarrollarlos", recalcó.
El premio
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en conjunto con la Industria Mexicana de Coca-Cola y el Instituto de Bebidas para la Salud y el Bienestar de The Coca-Cola Company premiarán la tarde de este jueves a Porfirio Nava Domínguez, ganador de la segunda edición del Premio de Investigación en Biomedicina “Dr. Rubén Lisker”.
La convocatoria estuvo dirigida a investigadores médicos y biomédicos mexicanos que contaran con un grado mínimo de maestría (en el caso de médicos cirujanos, grado de especialidad), con un máximo de 40 años de edad adscritos a alguna institución nacional en la que se realice investigación médica o biomédica y con un proyecto original.
Los trabajos que se inscribieron fueron evaluados por un jurado calificador integrado por los doctores Vianney Ortiz Navarrete; Norma Bobadilla Sandoval; Fernando Larrea Gallo; Abraham Majluf; Moisés Mercado Atri; Héctor Mayani Viveros; José Ramón Paniagua Sierra; María Teresa Tusié Luna y Alfredo Ulloa Aguirre.
El galardón lleva el nombre del eminente doctor mexicano Rubén Lisker, quien fuera miembro, entre otros, de la Academia Mexicana de Ciencias, en honor a su trayectoria y reconocimiento internacional como científico-médico. El investigador se especializó en hematología y genética. Falleció en diciembre de 2015.
Redacción MD