“Año con año insisto en que todos debemos esforzarnos por normalizar y percibir sólo piel. Cuando hablamos de vitiligo también nos enfocamos en construir una sociedad donde las diferencias se respeten”, señala Norberto Maldonado, director de la Fundación Kooltivo y quien ha tenido vitiligo gran parte de su vida.
El Día Mundial del Vitiligo, se celebra cada 25 de junio para concientizar y apoyar a las más de 126 millones de personas en el mundo que sufren esta enfermedad cutánea autoinmune, para fomentar la investigación médica y promover políticas inclusivas. En México es la tercera causa de consultas dermatológicas ya que más de un millón de personas tienen este padecimiento, “pero la cifra puede ser mayor, sobre todo por desconocimiento en zonas de alta marginación”, considera Maldonado.
El vitiligo es un trastorno auto inmunitario de la piel, que se caracteriza por la pérdida de pigmentación, se desarrolla cuando el sistema inmune destruye las células llamadas melanocitos, las cuales dan color a la piel, lo que ocasiona la aparición de manchas blancas en diferentes partes del cuerpo, principalmente en párpados, boca, axilas y manos.
El vitiligo está asociado con trastornos autoinmunes con un fuerte componente hereditario. Puede aparecer a cualquier edad, con alta incidencia antes de los 30. Este padecimiento no pone en riesgo la salud física; sin embargo, el impacto negativo – psicológico y social – es profundo. A la fecha hay tratamientos que frenan su avance, sin una cura definitiva.
Es importante señalar que la discriminación afecta a 1 de cada 5 mexicanos (23.7%) según la Encuesta Nacional Sobre Discriminación (ENADIS) 2023 del INEGI, lo que hace evidente la necesidad de abordar este problema de manera integral. Los actos discriminatorios afectan a nivel individual y perpetúan la exclusión, la desigualdad y la polarización social.
“La discriminación hacia las personas con vitiligo se explica porque existe un alto grado de desconocimiento sobre este padecimiento. Es crucial promover un entorno inclusivo que fomente la aceptación y comprensión de esta condición. La educación y la sensibilización son herramientas esenciales para combatir los prejuicios y estereotipos”, enfatiza el directivo.
Norberto Maldonado, paciente de vitiligo desde temprana edad, encontró que esta condición no es limitante en ningún sentido: además de ser un empresario prominente y conferencista sobre este tema, es un activista defensor de la inclusión y la conciencia social.
Su historia, es un recordatorio de que la diversidad fortalece a la sociedad e invita a quienes necesiten apoyo relacionado con el vitiligo a acercarse a su Fundación Kooltivo para recibir orientación gratuita.
“Esta enfermedad no es curable aún; sin embargo, como sociedad si podemos celebrar la diversidad en los colores de piel y hacer de la inclusión una prioridad. Es fundamental reconocer que cada individuo, independientemente de su apariencia, tiene el potencial de contribuir positivamente a nuestra comunidad”, comenta el activista.
“Al unirnos en la aceptación y el respeto mutuo, ayudamos a quienes viven con vitiligo y construimos una sociedad más fuerte, empática y unida”, finaliza Norberto Maldonado.
Redacción MD