La obesidad se ha convertido en una epidemia global que afecta no sólo la salud física sino también la salud mental de millones de personas en todo el mundo. Especialmente en México, donde según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2022), 75.2% de los adultos mayores de 20 años en el país viven con esta enfermedad, siendo las mujeres las más afectadas, con un 76.8%, mientras que los hombres registran un 73.5%.
Por otro lado, el Dr. Esquivias, destacó que “la obesidad no sólo conlleva riesgos físicos como enfermedades cardiovasculares y diabetes, sino que también tiene un impacto significativo en el bienestar mental de las personas. La estrecha relación entre la obesidad y la salud mental se debe a que las personas con obesidad a menudo enfrentan desafíos psicológicos como la disminución de la autoestima, la depresión, la ansiedad y el estigma social, factores que pueden agravar su salud física y mental”.
Las estadísticas actuales muestran una alta prevalencia de trastornos mentales en población general; algunos estudios en personas con obesidad, estos porcentajes incrementan aún más. Por lo tanto, es esencial destacar que la obesidad y estos problemas de salud mental están estrechamente relacionados debido a una serie de factores adicionales, como la alteración de los procesos químicos cerebrales, trastornos del sueño y los cambios en los hábitos alimenticios que pueden influir en la salud mental.
“La atención especializada en salud mental, es crucial para mejorar la calidad de vida de quienes viven con enfermedades mentales asociados con su peso, por ello, es importante considerar la salud de manera integral, tanto física como mental, ya que en realidad son aspectos interconectados que debemos atender para desarrollarnos plenamente. Todas nuestras actividades diarias, como el trabajo, el tiempo de descanso, nuestros hábitos alimenticios e incluso la actividad física, tienen un impacto directo en nuestra salud mental y emocional”, señaló el psiquiatra.
Redacción MD