Ciudad de México. Desde el año 2000, cerca de 8 millones de personas han muerto en todo el mundo a causa de la violencia interpersonal, haciendo del homicidio una causa de muerte más importante que todas las guerras juntas.
Las últimas investigaciones muestran que alrededor de 30% de las mujeres han sufrido violencia doméstica y aproximadamente uno de cada siete niños de todo el mundo han experimentado algún tipo de abuso sexual.
En México la violencia homicida es la principal causa de muerte en jóvenes, la cual se ha incrementado tanto, que lo ha trasladado al grupo de países de América Latina con mayores tasas de muertes relacionadas con la violencia, implicando un impacto económico equivalente de hasta el 27.7% del Producto Interno Bruto (PIB) tan solo para el año 2012.
Ahora, por primera vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Universidad de Cambridge han reunido a 150 científicos líderes en el mundo para establecer una ruta crítica que permita lograr reducir de manera muy importante la violencia en todo el mundo. "la comunidad científica especializada en prevención de la violencia ha llegado a una etapa de desarrollo crucial", afirma Alexander Butchart de la Organización Mundial de la Salud e indica "Si se pretende alcanzar madurez y credibilidad, será necesario identificar los planteamientos políticos y las aportaciones científicas que permitan reducir a la mitad los actuales niveles de violencia; así como preparar una ruta que permita llegar a esta meta mediante esfuerzos mundiales y nacionales coordinados".
La conferencia “Retos y Oportunidades para los esfuerzos de gran escala para la prevención de violencia en México”, presentada por el Doctor Arturo Cervantes contribuirá con el tema central de la conferencia a partir de presentar una visión analítica de la epidemiología del homicidio y el suicidio en México durante el periodo que va del año 1998 al 2012 (Tabla 1);
y posteriormente recuperando los principales retos a los que se enfrentan las propuestas nacionales de intervención contra la violencia y la delincuencia; así como las oportunidades visibles a la luz de un esfuerzo único y sin precedentes en México planteado a través del Programa Nacional de Prevención Social de Violencia y Delincuencia (PNPSVD), el cual reúne
actores y programas coordinados a nivel federal, estatal y municipal, considera la participación multisectorial y basa algunos de sus principios en el modelo ecológico de la salud pública, con la finalidad de generar intervenciones focalizadas en los municipios y barrios con mayores índices de crimen y violencia en todo el país.
Por su parte, el Dr. Isaac Deneb Castañeda, especialista en prevención de violencia del Instituto de Salud Pública Anáhuac reflexionará en torno a los principales componentes para una medición puntual de estos avances en reducción de violencia y delincuencia, a partir de analizar la experiencia desarrollada en Ciudad Juárez y Chihuahua desde el año 2010 y medir sus efectos sobre la incidencia delictiva en los últimos 4 años (Gráfica 1).
Los expertos son optimistas en que los niveles de violencia pueden reducirse a la mitad en los próximos 30 años, pero están de acuerdo en que el principal enfoque debe estar en el aprendizaje de las lecciones que dejan aquellas regiones y sociedades en las cuales la violencia ha alcanzado su punto más alto: a partir de las favelas de Brasil, los municipios de Sudáfrica, los barrios de Chicago e incluso las colonias fronterizas de Ciudad Juárez.
"Tenemos que concentrarnos en reconocer los programas de prevención de violencia que han demostrado éxito comprobado con metodología científica y reconocer qué los hizo funcionar en lugares donde las tasas de crímenes violentos son muy altos, para posteriormente replicar aquellos componentes clave a otras regiones del país."
Así mismo, afirman que la tarea es doblemente necesaria pues está demostrado que las causas que originan la violencia se extienden a la columna vertebral institucional, fenómeno que sucede no solo en México sino en muchas otras naciones.
Las sociedades con las tasas de homicidios más altas de América Latina, África y Asia -como El Salvador, Congo y Rusia- sufren de características similares: altos niveles de desigualdad social y corrupción estatal; baja inversión en la salud pública y educación; así como instituciones de seguridad ineficaces que a menudo han perdido la confianza de sus ciudadanos.
"En muchas partes del mundo hacer a los gobiernos más responsables, a la policía más efectiva, y promover la justicia será fundamental para una disminución a largo plazo de la violencia", afirma el profesor Manuel Eisner, investigador del Instituto de Criminología y Director del Centro de Investigación en Violencia de la Universidad de Cambridge.
La primera Conferencia Mundial de Reducción de la Violencia, a realizarse los días 17 al 19 de septiembre en el King’s College de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), es apoyada por la Fundación UBS Optimus y cerrará con un discurso de uno de los escritores y pensadores más eminentes del mundo: Steven Pinker, profesor de Psicología de la Universidad de Harvard, cuyo último libro, el best seller “The better angels of our nature” (2011), conjunta investigaciones realizadas por el Dr. Eisner y otros especialistas para explorar la disminución de la violencia en la sociedad actual. Redacción MD