Ante esta realidad, septiembre ha sido proclamado a nivel mundial como el Mes Dorado, un periodo dedicado a generar conciencia, visibilizar esta causa y recordar que detrás de cada cifra hay historias de lucha y esperanza. El lazo dorado, emblema de este movimiento, simboliza la fortaleza de niñas y niños que enfrentan el cáncer, comparándose con el oro, un metal precioso que refleja resiliencia, valor y esperanza.
En este marco, Casa de la Amistad, fundación con más de tres décadas de labor, refuerza su compromiso de brindar atención integral a pacientes de escasos recursos, ofreciendo tratamientos, hospedaje, alimentación y acompañamiento emocional, todo de manera gratuita. Gracias a este apoyo, cientos de familias encuentran un respiro y la fuerza necesaria para no rendirse.
“En Casa de la Amistad encontré mucho más que apoyo médico: descubrí una segunda familia, hice amigos que me entienden y me siento acompañado en cada paso. Gracias a su ayuda, sigo adelante con esperanza, sueños y nuevas pasiones que me inspiran a mirar al futuro”, comparte Leo, uno de los usuarios de la institución. Su testimonio nos recuerda que la infancia no debería definirse por hospitales y tratamientos, sino por juegos, sueños y oportunidades de crecer.
El Mes Dorado es más que una conmemoración, es un llamado urgente a sumar esfuerzos. La sociedad, los medios de comunicación, las autoridades de salud y las organizaciones civiles tienen la oportunidad de convertirse en portavoces de solidaridad y acción. Hablar del cáncer infantil es visibilizar una causa que impacta a nuestro país y al mundo, pero también es abrir la puerta a la empatía, a la esperanza y a la posibilidad de un mañana diferente para miles de niñas, niños y jóvenes.
Redacción MD

















